La mayoría de la gente cree que una luz de estadio de 1000W consume exactamente 1000 vatios. Pero eso es solo lo que ves en la etiqueta.
¿La verdad? Los artefactos tradicionales de halogenuros metálicos y HPS en realidad consumen 2–4* más energía y costos de lo que sugiere su potencia.
Entre las pérdidas del balasto, la rápida depreciación de los lúmenes, el mantenimiento constante a 30 m de altura y la mala calidad de la luz que obliga a la sobreiluminación, el precio real va mucho más allá de la electricidad.
Lo que parece "solo vatios" es, en realidad, una sangría en su presupuesto, mano de obra y rendimiento de las instalaciones.
Un halogenuro metálico de 1000W no es 1000W, son 1150W con pérdidas del balasto. Cambiar a una luz deportiva LED de 400W ofrece el mismo brillo (o mejor) con una fracción de la energía.
Ejemplo:
| Métrica | Halogenuro metálico | LED |
|---|---|---|
| Artefactos | 140 | 140 |
| Funcionamiento | 200 días/año * 6 horas/día | 200 días/año * 6 horas/día |
| Costo de electricidad | $0.12/kWh | $0.12/kWh |
| Costo anual | ~$54,000 | ~$18,000 |
Eso es un ahorro de $36,000 cada año.
Y si sus tarifas de electricidad son más altas, o sus instalaciones operan más horas, los ahorros se multiplican rápidamente.
Las luces tradicionales no solo consumen electricidad, sino que también consumen su presupuesto de mantenimiento.
Durante una década, el costo de los reemplazos, la mano de obra y las interrupciones puede superar fácilmente las seis cifras. El LED elimina este ciclo: no más cambios de bombillas costosos, no más dolores de cabeza recurrentes.
La iluminación no se trata solo de brillo, sino de claridad, seguridad y experiencia.
¿El resultado?
La luz de baja calidad no solo se ve mal, sino que lo obliga a instalar más artefactos para compensar, lo que aumenta los costos.
Cuando miras más allá de la potencia, esto es lo que realmente le cuesta la iluminación tradicional del estadio:
La actualización a LED ya no es opcional, es una inversión estratégica.
No es solo iluminación, es el futuro de las instalaciones deportivas.
Las luces tradicionales cuestan mucho más de lo que sugiere su potencia. Sangran los presupuestos, agotan la mano de obra y degradan las experiencias.
Las luces LED, por el contrario, le brindan:
La pregunta es: ¿Cuánto tiempo más puede permitirse su estadio pagar por las pérdidas invisibles?
¿Ya se ha actualizado a LED? ¿Cuál fue el mayor impacto: ahorro de energía, reducción del mantenimiento o mejora de la calidad de la luz? Comparta su historia a continuación
La mayoría de la gente cree que una luz de estadio de 1000W consume exactamente 1000 vatios. Pero eso es solo lo que ves en la etiqueta.
¿La verdad? Los artefactos tradicionales de halogenuros metálicos y HPS en realidad consumen 2–4* más energía y costos de lo que sugiere su potencia.
Entre las pérdidas del balasto, la rápida depreciación de los lúmenes, el mantenimiento constante a 30 m de altura y la mala calidad de la luz que obliga a la sobreiluminación, el precio real va mucho más allá de la electricidad.
Lo que parece "solo vatios" es, en realidad, una sangría en su presupuesto, mano de obra y rendimiento de las instalaciones.
Un halogenuro metálico de 1000W no es 1000W, son 1150W con pérdidas del balasto. Cambiar a una luz deportiva LED de 400W ofrece el mismo brillo (o mejor) con una fracción de la energía.
Ejemplo:
| Métrica | Halogenuro metálico | LED |
|---|---|---|
| Artefactos | 140 | 140 |
| Funcionamiento | 200 días/año * 6 horas/día | 200 días/año * 6 horas/día |
| Costo de electricidad | $0.12/kWh | $0.12/kWh |
| Costo anual | ~$54,000 | ~$18,000 |
Eso es un ahorro de $36,000 cada año.
Y si sus tarifas de electricidad son más altas, o sus instalaciones operan más horas, los ahorros se multiplican rápidamente.
Las luces tradicionales no solo consumen electricidad, sino que también consumen su presupuesto de mantenimiento.
Durante una década, el costo de los reemplazos, la mano de obra y las interrupciones puede superar fácilmente las seis cifras. El LED elimina este ciclo: no más cambios de bombillas costosos, no más dolores de cabeza recurrentes.
La iluminación no se trata solo de brillo, sino de claridad, seguridad y experiencia.
¿El resultado?
La luz de baja calidad no solo se ve mal, sino que lo obliga a instalar más artefactos para compensar, lo que aumenta los costos.
Cuando miras más allá de la potencia, esto es lo que realmente le cuesta la iluminación tradicional del estadio:
La actualización a LED ya no es opcional, es una inversión estratégica.
No es solo iluminación, es el futuro de las instalaciones deportivas.
Las luces tradicionales cuestan mucho más de lo que sugiere su potencia. Sangran los presupuestos, agotan la mano de obra y degradan las experiencias.
Las luces LED, por el contrario, le brindan:
La pregunta es: ¿Cuánto tiempo más puede permitirse su estadio pagar por las pérdidas invisibles?
¿Ya se ha actualizado a LED? ¿Cuál fue el mayor impacto: ahorro de energía, reducción del mantenimiento o mejora de la calidad de la luz? Comparta su historia a continuación